Entrevista a Manolo Tomàs

El tripartito miente, manipula y genera un conflicto interterritorial con el trasvase»

PDE Tomàs cree que los trasvases no tienen que ver con la sequía

JANOT GUIL. BARCELONA

Manolo Tomàs, empleado público de 52 años, es la voz de la Plataforma en Defensa del Ebro (PDE) que se fundó en 2000 para luchar contra el Plan Hidrológico Nacional (PHN) del PP de Aznar. Curiosamente, los que antes les acompañaron en el combate contra el PHN -PSOE, PSC, ERC e ICV-, son ahora sus enemigos, porque han acordado hacer el trasvase del Ebro a Barcelona, y les han empujado a levantarse otra vez en armas.

-En pocas palabras, explíquele a un ciudadano del área de Barcelona que puede quedarse sin agua el próximo otoño por qué ustedes se oponen al trasvase del Ebro. ¿Cuáles son sus razones?

-En primer lugar, el agua que necesitan existe ya en las comarcas barcelonesas. Si se aplicara un banco de agua para comprar los derechos de agua de los regantes de la cuenca del Llobregat, que se dedican a la horticultura, si se mejorara la red de suministro urbano, las tuberías que pierden agua, y si se depuraran las aguas subterráneas de los acuíferos de Barcelona mediante una depuradora de bolsillo, como la que se utilizó para limpiar el vertido tóxico de las minas de Aznalcóllar, se podría abastecer a la población de Barcelona con toda tranquilidad, aunque no llueva, hasta verano del año que viene. Para entonces, ya estaría en funcionamiento la desaladora de El Prat de Llobregat. Además, estas medidas y obras se pueden hacer con rapidez. Sabemos muy bien que los trasvases no tienen nada qué ver con la sequía ni con emergencias, sino con políticas urbanísticas expansivas y de desarrollo de determinadas industrias del ocio. etc. El trasvase del Ebro a Barcelona es una propuesta estratégica que no tiene nada qué ver con la situación actual de los habitantes de Barcelona.

-Entonces, ¿no se creen que exista una emergencia por falta de agua en Barcelona?

-El problema es que para conseguir los 50 hectómetros cúbicos que dicen que la zona de Barcelona necesita, proyectan una tubería de 60 kilómetros que conecta Barcelona con el Ebro y dicen que es una cosa puntual, pero nosotros no nos creemos que vaya a ser temporal. Yo creo que aquí lo que hay es una manipulación del Gobierno catalán para lograr hacer una cosa, el trasvase, a la que históricamente se opusieron, en tiempos del Plan Hidrológico Nacional.

-¿Pero se cree la emergencia?

-Esta emergencia tiene una contradicción muy fuerte. Se declara en emergencia a la ciudadanía de Barcelona, pero, al mismo tiempo, no se paralizan ni se modifican las 125.000 nuevas hectáreas de regadío que se impulsan ahora mismo en Cataluña, que supondrán un gran dispendio de agua. Ni se paralizan ni modifican los nuevos planes de expansión urbanística que están impulsando para el área metropolitana de Barcelona. Por lo tanto, si realmente estuviéramos tanto en situación de emergencia, lo que habría que hacer es tratar la situación de manera global. Al hacerlo de manera tan sectorial, lo que nos da a entender es que es una emergencia muy particular, que se está gestionado de manera poco creíble. Ustedes, los de Barcelona, nos ponen el problema a nosotros y ninguno de ustedes se para a pensar cómo se ha creado el problema. Alguien debe tener alguna responsabilidad. Ustedes nos plantean la situación de que nosotros, los de las Tierras del Ebro, somos insolidarios, que es lo fácil, y con eso se ahorran lo difícil, que es criticar la gestión del agua en la zona de Barcelona.

-No se creen que la tubería del trasvase a Barcelona vaya a tener un uso limitado en el tiempo. Además, se oponen al trasvase porque temen que abra la puerta, como así indica el Real Decreto-Ley que lo ampara, a otros trasvases del Ebro para otras comunidades, como Valencia o Murcia.

-Así es. Creemos que la disposición adicional cuarta del Real Decreto-Ley del trasvase abre la veda a otros trasvases del Ebro a otras comunidades. Ya nos extrañó muchísimo que al día siguiente de aprobar el Decreto, tras la reunión con la ministra de Medio Ambiente, los consejeros de Valencia y Murcia salieran contentos. Ahora ya sabemos por qué. Si dan agua a Barcelona con el trasvase no tendrán autoridad moral, ni técnica, ni política para negarse a hacer lo mismo para Valencia, porque la situación de ambas ciudades es similar. Nos dicen «sólo son 50 hectómetros cúbicos para Barcelona», y luego dirán «sólo son otros 50 para Valencia», que seguramente vendrán a través del canal Xerta-Sènia que se está construyendo...

-¿Se sienten traicionados por los partidos del tripartito, PSC, ERC e ICV, que en 2005 firmaron un compromiso contra el trasvase del Ebro y que ahora lo han aceptado? ¿Y por Zapatero?

-Sí, claro. El tripartito incumple su compromiso, miente a la población catalana en cuanto a la situación en que está y lo que comporta el trasvase, manipula a la opinión sobre el estado de emergencia, y está generando un conflicto interterritorial. En cuanto a Zapatero, dijo en la pasada campaña electoral que si era presidente no habría trasvase y ahora... Es un fraude electoral. Encima, dicen que no es un trasvase, sino una captación o conducción. Pero: ¿si del Delta a Tarragona era un trasvase, de Tarragona a Barcelona no lo es?

-¿Quién es más culpable por el trasvase: el tripartito que en teoría defendía la opción del Segre o Zapatero, que finalmente fue quien impuso la opción del Ebro?

-Cuando el tripartito propuso la captación de agua del Segre ya pensabámos que era una cortina de humo para acabar colocando el trasvase del Ebro. El Gobierno de Zapatero impuso el trasvase, pero en connivencia absoluta con el de Montilla.

-En su lucha contra el trasvase ahora son más débiles que cuando el PHN. Entonces les apoyaban el PSOE, el PSC, ERC e ICV, y ahora oficialmente no les apoya ninguno. Entonces tenían más apoyo social en toda Cataluña, se hicieron unas manifestaciones multitudinarias en Barcelona, pero ahora esta zona es precisamente la que necesita el trasvase...

-No creo que estemos debilitados. No tenemos el apoyo explícito del tripartito ni de ningún otro partido, pero convocamos una asamblea la semana pasada y nunca había venido tanta gente. Tenemos menos relaciones políticas, pero el aspecto social está más fortalecido.

-Se manifestarán en Barcelona contra el trasvase?

-En estos momentos, lo que pensamos hacer en Barcelona es mucha pedagogía, explicar que les están engañando. No es el momento de hacer manifestaciones en Barcelona; ahora no estamos pensando en eso. Haremos una en las Tierras del Ebro, la anunciada del 18 de mayo, para que nuestros argumentos sean muy escuchados.