ZAPATERO HA ESPERAT A DESPRÉS PER A FER PÚBLIC LO TRANSVASAMENT DE L'EBRE.
Dos questions:
Qui es creu que es pensen gastar 178 milions d'euros per a després desmuntar-ho?
I ara, si això s'ha confirmat definitivament, suposo que el Sr. Salvador i ERC a les Terres de L'Ebre dimitiran en bloc, no?
El Gobierno se estrenará autorizando un trasvase del Ebro para Barcelona
MARÍA JESÚS CAÑIZARES
BARCELONA. Ni Ródano ni Segre. La solución de urgencia a la sequía en Cataluña está en el Ebro. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, comunicará de forma inminente al Ejecutivo catalán su apuesta por la conexión de la red de aguas de Tarragona con la de Barcelona.
Una conexión que será provisional, es decir, que permanecerá activa mientras se mantenga la situación de emergencia. El Gobierno de José Montilla insiste en esta precisión para distinguir este proyecto del contemplado en el Plan Hidrológico Nacional (PHN) aprobado por el Gobierno del PP y derogado por los propios socialistas. Además, el aprovechamiento de los excedentes del agua del Ebro para alimentar las comarcas barcelonesas del Penedés y del Garraf es una iniciativa que el Gobierno de CiU consensuó con el territorio en 2003, pero que PSC, ERC i ICV boicotearon cuando estaban en la oposición.
Hasta ahora, hablar del Ebro como solución a la sequía era tabú para los miembros del tripartito. Cobró fuerza, por tanto, la opción del trasvase del Segre, que no deja de ser un afluente del Ebro pero que la Generalitat pretendía conectar con el Llobregat desde su cabecera, lo que había suscitado la indignación de los agricultores de la zona y el rechazo del propio PSOE, favorable al aporte de agua del Ebro por Tarragona.
La alternativa del Segre, mantenida en secreto por el consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar (ICV), por motivos electorales, dio lugar a una serie de despropósitos que, finalmente, sólo han servido para desviar la atención de la verdadera solución que estaba «in mente» de los socialistas: la interconexión de cuencas por el sur.
Cuatro alternativas
Hasta cuatro alternativas se había planteado el Gobierno de Montilla, de las cuales se ha elegido finalmente la conexión de la red de aguas de Tarragona, procedente del Ebro, con el depósito de Olérdola (Barcelona) que, a su vez, enlaza con la red Aguas Ter-Llobregat. La obra, cuyo coste asciende a 178 millones de euros e incluye un trazado de 62 kilómetros. tendrá una duración de seis meses, pese a que en un principio los técnicos habían calculado un plazo de 21 meses. Esta conducción, que exige la instalación de tuberías de 140 centímetros de diámetro, aportaría un caudal de tres hectómetros cúbicos al mes.
Recientemente, el PP desveló la instalación de tuberías en el municipio de Cubelles (Barcelona) que los populares relacionaron con otra de las posibles conexiones de cuencas externas estudiadas por la Generalitat, la de Cunit-Cubelles. Por otro lado, la Generalitat admite que ya se está ejecutando el tramo Vilanova-Cubelles dentro de la conexión de los puntos finales de la red de Tarragona y la de Barcelona.
El Ejecutivo autonómico confía en que, tras la formación del nuevo Gobierno que se hará pública hoy, Zapatero abordará de forma inmediata el problema de la sequía en Cataluña con el anuncio de la conexión del Ebro a través de Olérdola. Los contactos entre Montilla y Zapatero han sido constantes estos últimos días y, según fuentes del Gobierno catalán, ambas administraciones nunca han tomado en serio la propuesta del trasvase del Ródano, tan reclamada por CiU, por la supeditación a los precios que impondría el Gobierno francés.
A la espera del comienzo de ese minitrasvase del Ebro, el área metropolitana de Barcelona se abastecerá de agua transportada en barcos desde Tarragona, Marsella y Carboneras (Almería), lo que supondrá un coste de 44 millones de euros. Asimismo, la contención del consumo -lograda gracias a la concienciación ciudadana, pero también a la imposición de multas- y el aprovechamiento de pozos y acuíferos han demorado las restricciones de agua en la conurbación barcelonesa.
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MARÍA JESÚS CAÑIZARES
BARCELONA. Ni Ródano ni Segre. La solución de urgencia a la sequía en Cataluña está en el Ebro. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, comunicará de forma inminente al Ejecutivo catalán su apuesta por la conexión de la red de aguas de Tarragona con la de Barcelona.
Una conexión que será provisional, es decir, que permanecerá activa mientras se mantenga la situación de emergencia. El Gobierno de José Montilla insiste en esta precisión para distinguir este proyecto del contemplado en el Plan Hidrológico Nacional (PHN) aprobado por el Gobierno del PP y derogado por los propios socialistas. Además, el aprovechamiento de los excedentes del agua del Ebro para alimentar las comarcas barcelonesas del Penedés y del Garraf es una iniciativa que el Gobierno de CiU consensuó con el territorio en 2003, pero que PSC, ERC i ICV boicotearon cuando estaban en la oposición.
Hasta ahora, hablar del Ebro como solución a la sequía era tabú para los miembros del tripartito. Cobró fuerza, por tanto, la opción del trasvase del Segre, que no deja de ser un afluente del Ebro pero que la Generalitat pretendía conectar con el Llobregat desde su cabecera, lo que había suscitado la indignación de los agricultores de la zona y el rechazo del propio PSOE, favorable al aporte de agua del Ebro por Tarragona.
La alternativa del Segre, mantenida en secreto por el consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar (ICV), por motivos electorales, dio lugar a una serie de despropósitos que, finalmente, sólo han servido para desviar la atención de la verdadera solución que estaba «in mente» de los socialistas: la interconexión de cuencas por el sur.
Cuatro alternativas
Hasta cuatro alternativas se había planteado el Gobierno de Montilla, de las cuales se ha elegido finalmente la conexión de la red de aguas de Tarragona, procedente del Ebro, con el depósito de Olérdola (Barcelona) que, a su vez, enlaza con la red Aguas Ter-Llobregat. La obra, cuyo coste asciende a 178 millones de euros e incluye un trazado de 62 kilómetros. tendrá una duración de seis meses, pese a que en un principio los técnicos habían calculado un plazo de 21 meses. Esta conducción, que exige la instalación de tuberías de 140 centímetros de diámetro, aportaría un caudal de tres hectómetros cúbicos al mes.
Recientemente, el PP desveló la instalación de tuberías en el municipio de Cubelles (Barcelona) que los populares relacionaron con otra de las posibles conexiones de cuencas externas estudiadas por la Generalitat, la de Cunit-Cubelles. Por otro lado, la Generalitat admite que ya se está ejecutando el tramo Vilanova-Cubelles dentro de la conexión de los puntos finales de la red de Tarragona y la de Barcelona.
El Ejecutivo autonómico confía en que, tras la formación del nuevo Gobierno que se hará pública hoy, Zapatero abordará de forma inmediata el problema de la sequía en Cataluña con el anuncio de la conexión del Ebro a través de Olérdola. Los contactos entre Montilla y Zapatero han sido constantes estos últimos días y, según fuentes del Gobierno catalán, ambas administraciones nunca han tomado en serio la propuesta del trasvase del Ródano, tan reclamada por CiU, por la supeditación a los precios que impondría el Gobierno francés.
A la espera del comienzo de ese minitrasvase del Ebro, el área metropolitana de Barcelona se abastecerá de agua transportada en barcos desde Tarragona, Marsella y Carboneras (Almería), lo que supondrá un coste de 44 millones de euros. Asimismo, la contención del consumo -lograda gracias a la concienciación ciudadana, pero también a la imposición de multas- y el aprovechamiento de pozos y acuíferos han demorado las restricciones de agua en la conurbación barcelonesa.
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