MEDI AMBIENT QUIERE INICIAR LAS OBRAS DE CAPTACIÓN SIN EL PERMISO DE MADRID
Lleida - M. Torres / ACN 2008-03-29
Al Govern se le hecha el tiempo encima. El trasvase del Segre hacia el Llobregat debería empezar a derivar agua dentro de seis meses y las obras para ejecutar la infraestructura tienen un plazo de cinco meses (tres dentro de la galería de servicios del Túnel del Cadí y dos fuera), a lo que hay que sumar lo que tarde en tramitarse la obra (que pasa por el Gobierno español). Por ello, el director de la Agència Catalana de l’Aigua, Manuel Hernández, admitió el jueves que “no hace falta esperar a que se apruebe el decreto ley para iniciar los trabajos”, según publicó ayer el diario El País, lo que supone arrancar la obra sin tener el visto bueno del gobierno de Madrid.
De la misma manera, el informe técnico que la ACA entregó a Baltasar explícita que las obras deberían iniciarse el próximo 15 de abril (dentro de escasos quince días) para que el trasvase esté operativo a cuando termine la temporada de riego del Canal d’Urgell, pero pone de relieve que el permiso de Madrid no llegará hasta los meses de junio o julio, ya que calcula que “las circunstancias políticas actuales de finales de legislatura imposibilitan la tramitación por el actual gobierno en funciones”, por lo que, será el ejecutivo saliente de las elecciones del 9-M quien apruebe el proyecto. Si las obras se iniciasen en esta fecha, el trasvase no podría ser operativo hasta diciembre.Sin embargo, retrasar el trasvase comportaría una bajada de las reservas de los embalses por debajo del 15%, lo que supondría que el agua entraría en unos niveles de turbidez que haría dificil su uso para el consumo humano.La urgencia del ACA y de Medi Ambient contrasta con las declaraciones de la minstra del ámbito, Cristina Narbona, quien explicó que el Gobierno español no contempla el trasvase y no había recibido todavía el proyecto.Pero esta no es la única contradicción del Govern en el proyecto, el pasado martes, Baltasar explicó en Lleida que la infraestructura del trasvase tendría un coste de 15 a 20 millones de euros. Sin embargo, el informe técnico del ACA habla de un presupuesto de alrededor de 45 millones de euros, casi tres veces más de lo anunciado por el conseller.El mismo informe explica que en el caso de desarrollarse el trasvase, “el posible perjudicio en la cuenca cediente no sería significativo” y añade que la aportación máxima esperable no supodnría más de un 1,6% de la demanda de riego habitual del Canal d’Urgell.Depósito de 765 metros IsòvolLas obras consistirían en crear una captación y estación de bombeo del río Segre en la zona del Molí de Prats (en Isòvol), donde el agua se desviaría hasta un primer depósito de 765 metros cúbicos. A partir de este depósito, el líquido transcurriría por una triple tubería de impulsión por caminos, carreterras secundarias y por la C-16 desde Balltarga (donde comienza la concesión del Túnel del Cadí) hasta la boca norte de la galería de evacuación, lo que supone 7,8 quilómetros. Esta tubería sería, preferentemente, enterrada. Una vez dentro del túnel, el proyecto no prevé ningún bombeo, ya que la altura es suficiente para evacuar los caudales hasta el Llobregat. Finalmente, la tubería del túnel bajaría hasta el río Gréixer, donde se dejaría caer el agua, amortiguando su fuerza con rocas.Cuatro empresas harán sendas fases de la obras para avanzar tiempoMedi Ambient quiere dividir las obras de la infraestructura del trasvase para que las ejecuten cuatro empresas diferentes y reducir así el tiempo de construcción para que se pueda empezar a derivar agua el próximo setiembre.Así lo expone el informe técnico que el ACA entregó a Baltasar, donde se explica que la primera fase consistirá en la captación y el bombeo desde el río Segre hasta el estrecho de Isòvol. En este punto se construirá también un depósito de 765 metros cúbicos.La segunda fase será la que englobará las tuberías de impulsión hasta la boca norte del túnel del Cadí, mientras que la tercera (que supone 3 meses de trabajos) afectaría a las tuberías internas del túnel (que discurrirán por la galería de servicios).Finalmente, la cuarta fase consistiría en la restitución del agua al río Gréixer (en el término municipal de Bagà), donde se construiría una arqueta de hormigón para disipar la fuerza del agua, así como unos bloques de rocas en el cauce para que actúen como amortiguador.Cuatro empresas se encargarían de estas cuatro fases de la obra para minimizar los plazos de ejecución. Pero, por si esto no fuese suficiente, el Govern prevé también que las empresas constructoras realizen los turnos necesarios (trabajando incluso de noche) para que la obra pueda realizarse en unos cinco meses, el tiempo que la Generalitat prevé para empezar a desviar agua.La ACA niega que se hayan encargado obras a constructorasLa Agència Catalana de l’Aigua negó ayer que ya haya encargado las obras de construcción de la infraestructura para el trasvase a varias constructoras, entre las que podría encontrarse firmas de Lleida.El ente quiere dividir el proyecto en cuatro fases para agilizar la obra y acortar así el plazo de construcción, de modo que el trasvase pudiera estar operativo a principios del próximo otoño. Esta urgencia hizo pensar que ya se había hablado con firmas constructoras, entre las que podría encontrarse empresas del sector de las comarcas de Lleida. Sin embargo, fuentes de Medi Ambient explicaron ayer que no se ha hablado con ninguna empresa.
Al Govern se le hecha el tiempo encima. El trasvase del Segre hacia el Llobregat debería empezar a derivar agua dentro de seis meses y las obras para ejecutar la infraestructura tienen un plazo de cinco meses (tres dentro de la galería de servicios del Túnel del Cadí y dos fuera), a lo que hay que sumar lo que tarde en tramitarse la obra (que pasa por el Gobierno español). Por ello, el director de la Agència Catalana de l’Aigua, Manuel Hernández, admitió el jueves que “no hace falta esperar a que se apruebe el decreto ley para iniciar los trabajos”, según publicó ayer el diario El País, lo que supone arrancar la obra sin tener el visto bueno del gobierno de Madrid.
De la misma manera, el informe técnico que la ACA entregó a Baltasar explícita que las obras deberían iniciarse el próximo 15 de abril (dentro de escasos quince días) para que el trasvase esté operativo a cuando termine la temporada de riego del Canal d’Urgell, pero pone de relieve que el permiso de Madrid no llegará hasta los meses de junio o julio, ya que calcula que “las circunstancias políticas actuales de finales de legislatura imposibilitan la tramitación por el actual gobierno en funciones”, por lo que, será el ejecutivo saliente de las elecciones del 9-M quien apruebe el proyecto. Si las obras se iniciasen en esta fecha, el trasvase no podría ser operativo hasta diciembre.Sin embargo, retrasar el trasvase comportaría una bajada de las reservas de los embalses por debajo del 15%, lo que supondría que el agua entraría en unos niveles de turbidez que haría dificil su uso para el consumo humano.La urgencia del ACA y de Medi Ambient contrasta con las declaraciones de la minstra del ámbito, Cristina Narbona, quien explicó que el Gobierno español no contempla el trasvase y no había recibido todavía el proyecto.Pero esta no es la única contradicción del Govern en el proyecto, el pasado martes, Baltasar explicó en Lleida que la infraestructura del trasvase tendría un coste de 15 a 20 millones de euros. Sin embargo, el informe técnico del ACA habla de un presupuesto de alrededor de 45 millones de euros, casi tres veces más de lo anunciado por el conseller.El mismo informe explica que en el caso de desarrollarse el trasvase, “el posible perjudicio en la cuenca cediente no sería significativo” y añade que la aportación máxima esperable no supodnría más de un 1,6% de la demanda de riego habitual del Canal d’Urgell.Depósito de 765 metros IsòvolLas obras consistirían en crear una captación y estación de bombeo del río Segre en la zona del Molí de Prats (en Isòvol), donde el agua se desviaría hasta un primer depósito de 765 metros cúbicos. A partir de este depósito, el líquido transcurriría por una triple tubería de impulsión por caminos, carreterras secundarias y por la C-16 desde Balltarga (donde comienza la concesión del Túnel del Cadí) hasta la boca norte de la galería de evacuación, lo que supone 7,8 quilómetros. Esta tubería sería, preferentemente, enterrada. Una vez dentro del túnel, el proyecto no prevé ningún bombeo, ya que la altura es suficiente para evacuar los caudales hasta el Llobregat. Finalmente, la tubería del túnel bajaría hasta el río Gréixer, donde se dejaría caer el agua, amortiguando su fuerza con rocas.Cuatro empresas harán sendas fases de la obras para avanzar tiempoMedi Ambient quiere dividir las obras de la infraestructura del trasvase para que las ejecuten cuatro empresas diferentes y reducir así el tiempo de construcción para que se pueda empezar a derivar agua el próximo setiembre.Así lo expone el informe técnico que el ACA entregó a Baltasar, donde se explica que la primera fase consistirá en la captación y el bombeo desde el río Segre hasta el estrecho de Isòvol. En este punto se construirá también un depósito de 765 metros cúbicos.La segunda fase será la que englobará las tuberías de impulsión hasta la boca norte del túnel del Cadí, mientras que la tercera (que supone 3 meses de trabajos) afectaría a las tuberías internas del túnel (que discurrirán por la galería de servicios).Finalmente, la cuarta fase consistiría en la restitución del agua al río Gréixer (en el término municipal de Bagà), donde se construiría una arqueta de hormigón para disipar la fuerza del agua, así como unos bloques de rocas en el cauce para que actúen como amortiguador.Cuatro empresas se encargarían de estas cuatro fases de la obra para minimizar los plazos de ejecución. Pero, por si esto no fuese suficiente, el Govern prevé también que las empresas constructoras realizen los turnos necesarios (trabajando incluso de noche) para que la obra pueda realizarse en unos cinco meses, el tiempo que la Generalitat prevé para empezar a desviar agua.La ACA niega que se hayan encargado obras a constructorasLa Agència Catalana de l’Aigua negó ayer que ya haya encargado las obras de construcción de la infraestructura para el trasvase a varias constructoras, entre las que podría encontrarse firmas de Lleida.El ente quiere dividir el proyecto en cuatro fases para agilizar la obra y acortar así el plazo de construcción, de modo que el trasvase pudiera estar operativo a principios del próximo otoño. Esta urgencia hizo pensar que ya se había hablado con firmas constructoras, entre las que podría encontrarse empresas del sector de las comarcas de Lleida. Sin embargo, fuentes de Medi Ambient explicaron ayer que no se ha hablado con ninguna empresa.
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